sábado, 22 de diciembre de 2012

Siempre hay un tiempo para marchar aunque no haya sitio a donde ir.

      El momento de decir adiós llego, hice lo que estuvo en mis manos para recuperar tu amor, para que resurgiera de las cenizas, y no lo logre, me lastime y te herí a ti también… Hoy comprendo que desde un inicio todo estaba perdido, cuando me lo dijiste era el final y no lo supe, luche con todo, una lucha de dos y la perdí, tu ya habías hecho esa lucha, y no me di cuenta cuando la estabas haciendo, no te creí, hoy pago las consecuencias.

       Estoy bien, no como quisiera, pero ahí vamos, tengo metas a muy corto plazo pero existen, antes mi única meta era recuperar tu amor, cuando lo que estaba haciendo era perder el mío, miles de palabras no pueden corregir el pasado, miles de lagrimas no pueden augurar un buen futuro, seguiremos adelante ya cada quien por su lado… Cuando me amaste me hiciste ser el hombre más feliz, no supe demostrártelo, cuando dejaste de amarme me perdí, no fue tu culpa, intente demostrar lo que sentía por ti pero fue tarde… Hoy esas muestras se acabaron, ya no llorare, no suplicare, dejare todo esto de lado y seguiré con mi vida. Sé que estarás en ella por los lazos que nos unen, pero ya no intentare buscarte, ya no te diré que te amo aunque lo haga, no escucharas el te extraño aunque lo sienta…

       Doy gracias a Dios por permitirme conocer el amor, amor no es solo felicidad, también es dolor, tristeza… pero nosotros escogemos cuánto dura en nuestro ser cada etapa, ya estoy listo otra vez para buscar la felicidad. Espero que tu también la logres encontrar y si Dios quiere que nuestros caminos se vuelva a unir no importara la distancia, los obstáculos, nuestro pasado, nuestro presente,  simplemente nuestro amor renacerá y nos unirá.

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