martes, 27 de noviembre de 2012

Si creo desde el corazón, casi todo funciona, si lo hago desde la cabeza, casi nada.









      Hoy las cosas siguen igual, la tristeza no me abandona, sigo esperando recuperar el amor de mi esposa, por más que intento hacer las cosas bien, hay veces que me salen mal, se da cuenta que no es mi intención dañar el esfuerzo que estamos haciendo por salvar nuestro matrimonio, y me dice que soy humano que tenderé a equivocarme, aun con esto no me siento merecedor de la oportunidad que me da reencontrar nuestro amor.

       Todos los días al levantarme le pido a Dios que me de la fuerza para continuar, que regresen a mí las ganas de luchar y de vivir, al dormir, le doy gracias por haberme permitido terminar el día, e intentar que el dia siguiente sea un nuevo comienzo.

       No es fácil, y el dolor no se ha ido pero poco a poco recupero las ganas de vivir, espero que un día de estos la tristeza me abandone por completo y pueda ser feliz de nuevo.

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