martes, 28 de enero de 2014

No estoy solo, de verdad, me acompaña mi propia soledad.









     Al acostarme lo hago solo, al levantarme estoy igual, claro que sigo esperando un día volver a dormir a tu lado y despertar igual. Duele la soledad, antes de ti estaba solo y decía no necesitar a nadie, que equivocado estaba… contigo aprendí que es mejor estar acompañado que ir por este mundo solo, sé que mi partida será solo, pero quiero vivir acompañado de ti…

      Me veo en el espejo y veo la soledad reflejada en mi rostro, mi sonrisa ya no es más que una mueca que quiere expresar alegría y no lo logra… Le pido a Dios poder superar esto dejar de soñar contigo, y solo recordarte como algo bello en mi pasado.

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