lunes, 11 de noviembre de 2013

Así como espero el tren, espero el tiempo de Dios.









      Desde que esto comenzó quería que se resolviera ya… no le di tiempo a Dios de actuar, quería que se hiciera mi voluntad y no la de el… Todavía estamos separados y no logro encontrar la calma, busco perdonarme y no puedo, y si yo no puedo, como es que te exijo que tu lo hagas…

      Hay momentos donde la tranquilidad llega a mí, pero lo malo es que no logro conservarla, y vuelvo a pedirle que se haga mi voluntad… debo aprender a dar gracias por lo que tengo y no exigir lo que quiero tener… es difícil pero lo estoy intentando…

     He dejado de molestarte, si me gustaría recibir una llamada tuya y que me digas que me extrañas pero sé que no lo harás, tu orgullo es más grande… Esperare el tiempo de Dios…

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