Llego la
noche, y llore.
Fui criado
para ser hombre, desde niño me dijeron no debes llorar, debes tener las tres
Fs, feo, fuerte y formal, así que ni una lagrima debía salir de mis ojos.
Esto marco
mi infancia y mi vida, al perder a mi madre no podía llorar porque no era
permitido si quería ser hombre.
Por
mantener esta actitud y cultura con la que fui educado, no me di cuenta cuando empecé
a perder todo, mi esposa se fue alejando y no hice nada para parar su partida.
A mis hijas las empecé a perder y fue cuando reaccione, es difícil mostrar
sentimientos pero se empieza a dar, ya puedo decir te quiero desde el corazón.
Al perder a
mi esposa al llegar la noche y en mi soledad lloraba como un chiquillo, y me
avergonzaba de ello, tuve que pedir ayuda para aceptar mis errores y seguir
viviendo, es difícil aceptarse uno mismo y continuar.