No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.

     Muchas veces no logramos expresar lo que sentimos por temor al rechazo, burla o simplemente falta de valor. 

     Es difícil despedir a una persona la cual tuvo significado en nuestra vida… No hay palabras suficientes para agradecerle lo que hizo por uno, en su tiempo no sabíamos que estaba ayudando a que fuéramos mejores seres humanos, hoy solo nos queda su recuerdo…

     Aunque dicen que mientras los recordemos estarán con nosotros…

Lo importante no es el fin del camino, sino el camino.

     Perdemos el tiempo lamentando por cosas que no sucedieron o dándole vueltas a cosas que nos lastimaron y al recordarlas nos lastiman de nuevo, somos masoquistas…

     Hoy se fue una persona muy querida para mi, su camino se obscureció y acabo antes de tiempo… A lo mejor Dios ya le tenía esto trazado, pero para los que nos quedamos nos duele su partida…

      Espero que esto me ayude a agradecer mis días, sin importar como pasen pero el hecho de continuar aquí es para dar gracias.