martes, 15 de diciembre de 2020

Damos lo que tenemos, recibimos lo que damos…

 

Nadie nos enseñó a amarnos a nosotros mismos antes de querer que alguien más nos ame, esa falta de amor hacia nosotros nos causa que rogamos por amor cuando primero tenemos que aprender a amar a la persona que vemos al espejo, aceptar sus defectos y virtudes, y aplaudir y festejar sus cualidades que nos hacen únicos.

 

Llegamos a formar matrimonios que creemos que hemos encontrado la felicidad, dejando la responsabilidad de ser felices en otra persona, y si esa persona nos falta nos ponemos a llorar porque creemos que ya seremos felices de nuevo. Ocupamos aprender a amarnos, estar solo con nosotros y disfrutar ese tiempo, cuando empecemos a amarnos nos daremos cuenta que no ocupamos alguien más.

 

Al ser felices de nuevo con nosotros mismo, eso nos dará una confianza y empezaremos a brillar con luz propia, al tener esto nos volvemos atractivos para nosotros mismos y para los demás, ya podremos buscar alguien que sea feliz a nuestro lado sin necesitarla para mantener nuestra felicidad, llegara a complementarla.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

El rol que jugamos…


 

El rol que jugamos…

 

Hoy me doy cuenta que fui educado para ser el fuerte de la familia, el hombre que no demuestra sentimientos aunque los tenga. Así éramos educados, mi hermana fue educada para que llegara un hombre y le resolviera la vida, este tipo de educación nos dañó tanto que no nos dimos cuenta hasta que es tarde.

 

Perdí mi matrimonio por ser ese hombre fuerte, nunca hable con mi esposa cuando tuve miedo, cuando me sentía triste, cuando lloraba me escondía porque no debía verme así, yo le debería dar soluciones, no problemas. Esto ocasiono que no tuviera esa cercanía que se ocupa, no me di cuenta que ella también tenía problemas y no ocupa soluciones, ocupaba apoyo para entre los dos resolverlo.

 

Es difícil aceptar los errores que comentemos, pero espero que aprendamos de ellos y podamos aconsejar a nuestros hijos para que no les ocurra, que aprendan que si tienen pareja se deben apoyar y entre los dos forma un pilar que sostenga la unión.

 

Estoy buscando enmendar mis errores, no para solucionar el pasado, eso ya no se puede, sino para construir un mejor futuro, debemos levantarnos y buscar ser mejores.

domingo, 29 de noviembre de 2020

Aprendiendo a dejar ir.

 

Un día desperté igual que muchos otros con ese vació que nada llena, pensado en él fue que no será, ha sido mucho el tiempo que he estado así y no encontraba como seguir en este camino. Me di cuenta que nuestro tiempo en este mundo es finito, un día llegara su fin y después de mucho llorar deseo dejar ir, no es tan fácil como se dice, me doy cuenta que estoy bien, puedo hablar, caminar, bailar y hacer muchas cosas, estoy empezando a agarrarle amor a la vida.

 

El dejar de pensar en él fue que no será nos ayudara a encontrar otros motivos para permanecer y cuidarnos, es difícil pero no hay que dejar de intentarlo.

 

Ocupo llenar mi cabeza de experiencias y cosas nuevas, estoy en el punto de mi vida donde sé que el tiempo que queda es menos de lo que he vivido, ocupo generar recuerdos buenos para sacar los malos, que mis días empiecen a brillar de nuevo.


lunes, 16 de noviembre de 2020

2020, un año para no contar.

 




Este año nos ha traído bastantes aprendizajes, tuvimos que dejar ir antes de tiempo a personas que queríamos, a seguir viviendo con el dolor de la perdida, también que la familia y amigos son primero. Un trabajo se acabara cuando ya no le produzcas más.

 

Este ha sido un año muy difícil para todos, nuestros ánimos no están muy altos, aprendemos que llegamos solos y solos nos vamos, gracias Covid por recordárnoslo.

 

Estamos en Noviembre y lo que queda del año no se ve que vaya a mejorar, por más que le busco el brillo a los días, solo espero que llegue la noche para seguir con el mismo ciclo. No deseo que se acabe el año, porque no sé si el siguiente será igual, confiemos en que no, que sea un buen año y nuestro ánimo este arriba.

martes, 4 de febrero de 2020

Llego la noche, y llore.

Llego la noche, y llore.

Fui criado para ser hombre, desde niño me dijeron no debes llorar, debes tener las tres Fs, feo, fuerte y formal, así que ni una lagrima debía salir de mis ojos.

Esto marco mi infancia y mi vida, al perder a mi madre no podía llorar porque no era permitido si quería ser hombre.

Por mantener esta actitud y cultura con la que fui educado, no me di cuenta cuando empecé a perder todo, mi esposa se fue alejando y no hice nada para parar su partida. A mis hijas las empecé a perder y fue cuando reaccione, es difícil mostrar sentimientos pero se empieza a dar, ya puedo decir te quiero desde el corazón.

Al perder a mi esposa al llegar la noche y en mi soledad lloraba como un chiquillo, y me avergonzaba de ello, tuve que pedir ayuda para aceptar mis errores y seguir viviendo, es difícil aceptarse uno mismo y continuar.